En l’Horta Nord, muchos se preguntan estos días que hubiese pasado si en lugar de descargar la cantidad de lluvia del pasado martes 29 de octubre en las comarcas de Requena-Utiel y Chiva, el tren de lluvias de la gota fría hubiese caído en la cuenca del Turia y qué podría ser en estos momentos de los municipios del Camp de Morvedre y de l’Horta Nord. En esta ocasión tan sólo unos pocos kilómetros han salvado a la zona norte de Valencia.
Y es que la comarca de l’Horta Nord ha sufrido, aunque menos dramáticas que estas últimas, inundaciones a lo largo de su historia. Especialmente del barranc del Carraixet, un cauce que los expertos consideran de una bomba explosiva en caso de darse episodios de lluvias torrenciales. El 28 de septiembre de 1949 quedó marcado por muchas generaciones de moncadenses cuando a media mañana de ese día un torrente de agua rompió los márgenes del barranco y empezó a anegar las calles de Quart, Bétera, Negre (José Antonio); plaza Creu de Quintana (plaza de los Mártires); calle Mayor (Caudillo).
Maria: «El agua empezó a entrar a mediodía en las casas del carrer del Negre»
Ese día quedó marcado para siempre para Maria Lluesma (Moncada 1934): «Yo tenia 14 años y vivía en el número 6 del carrer del Negre con mis padres y cuatro hermanos, y era la más pequeña». A sus 89 años relata como si aún lo estuviera viviendo, ver entrar el agua por la puerta que ya había inundado la calle, entonces sin alcantarillado.
«El agua alcanzó medio metro de altura y subimos los animales del establo a la andana»
«Como muchas casas de aquella época, teníamos un establo con animales, varios cerdos, cabras y un porquet, por suerte nunca nos faltó comida» rememora María. «El agua llegó a alcanzar medio metro de altura en nuestra casa y entre todos subimos los animales a la andana donde todos nos pusimos a salvo»
Al día siguiente, el agua empezó a bajar dejando un enorme barrizal en Moncada. La catástrofe sirvió para que años después se acometiese el alcantarillado. Aguas arriba, en Bétera, la trágica barrancá de ese año se cobró la vida de 6 vecinos y causó innumerables pérdidas en lo significó un antes y un después en el que está considerado como el mayor desastre que se recuerda en esta localidad del Camp de Turia. También en Bonrepós y Alboraia, aguas abajo, el agua dejó su huella de destrucción
Para Moncada los daños causados llevaron a buscar medidas de protección de la ciudad para lo cual se elaboró las conocidas como ‘defensas de Moncada‘ una canalización que recoge los torrentes de aguas procedentes de las zonas altas de Moncada en puntos estratégicos de la ciudad para llevarlas mediante unas enormes tuberias hasta el cauce del barranc del Carraixet.