Sofía Capilla Torres (Moncada 1973), es licenciada en Ciencias de la Información y posee un máster de Género y políticas de Igualdad por la Universitat de València. Su interés por el feminismo y el papel de las mujeres en la sociedad le ha llevado a publicar el libro «La participación y el activismo de las mujeres en l’Horta Nord» que se presenta el próximo 12 de diciembre en el Ayuntamiento de Moncada. Se trata de un análisis riguroso y exhaustivo que durante año y medio ha seguido el rastro de todas las asociaciones de mujeres de la comarca en lo que es una obra pionera sobre el asociacionismo de l’Horta Nord.
49 asociaciones no mixtas en la comarca
En el mapa de asociaciones Capilla Torres identifica a un total de 49 agrupaciones de mujeres (no mixtas), en los 23 municipios de la comarca de las cuales 44 son las que han participado en el estudio. En conjunto cuentan con 5.782 socias que representan el 4,3% de las mujeres adultas del ámbito territorial objeto de investigación. De las 44 entidades analizadas, 33 tienen por objetivo la promoción sociocultural, 6 están enfocadas en el feminismo, 3 son de lactancia materna, 1 de tipo deportivo y 1 vecinal.
Una parte importante de las 33 asociaciones de tipo sociocultural se remontan a los años 70 y 80 del siglo pasado, que con posterioridad se incrementan en los 90, coincidiendo con el impulso democrático al asociacionismo. El perfil de sus integrantes está formado por mujeres mayores de 60 años, amas de casa y con estudios elementales. Entre los motivos que apuntan para estar en una asociación destaca la necesidad de salir del aislamiento doméstico, la búsqueda de compañía, comprensión, amistad y aprender, centrando su actividad en cubrir las inquietudes y necesidades de sus socias.
Sistema patriarcal
En lo que respecta a las 6 asociaciones feministas analizadas, con 186 integrantes y una trayectoria más corta que las anteriores, sus objetivos son claramente políticos con una posición de activismo que trabaja para revertir el actual sistema patriarcal. Destaca la autora que a diferencia de las anteriores entidades “el feminismo busca remover conciencias para revertir una situación de desigualdad». En este caso el perfil de las integrantes es de mujeres de más 50 años con una carrera profesional y estudios universitarios.
La falta de tiempo
Uno de los aspectos que destaca el trabajo de la investigadora incide en que la baja incorporación de las mujeres al asociacionismo está ligada a la falta de tiempo por falta de corresponsabilidad en las tareas del hogar. Concluye por último Capilla, que la atomización del tejido asociativo (entidades pequeñas que trabajan individualmente) impide la consecución de objetivos más ambiciosos.