Los concejales del equipo de gobierno PSOE y Compromís con el voto de la calidad de la alcaldesa (la edil nacionalista Valentina Cortegoso no acudió a la sesión), rechazaron todos los puntos incluidos en el orden del día del pleno extraordinario celebrado este viernes a petición de los diez concejales de la oposición PP, Vox y Ciudadanos.
En el orden del día se incluía la reprobación al concejal Martín Pérez por los hechos acontecidos el 7-S, la constitución de una comisión informativa para análisis y seguimiento del hechos ocurridos esa madrugada y poner en conocimiento del ministerio fiscal los hechos para que si procede actúe de oficio.


El pleno que dio comienzo con la protesta de la oposición portando carteles pidiendo la dimisión de Martín Pérez, tuvo su réplica con la protesta de un grupo de vecinos que exhibió carteles de «Mazón dimisión», situación que generó momentos de tensión, tras lo cual la sesión discurrió con normalidad.
Jesús Gimeno portavoz de Ciudadanos fue el primer en intervenir que además de interpelar al edil de fiestas apeló al portavoz de Compromís. «Los antecedentes de Martín Pérez hablan por él. No es él quien tiene que poner paz en una pelea. Ser concejal de Policía no significa que puede actuar como Policía, para eso estaba la seguridad privada y la policía local. Moncada no necesita un sheriff», señaló.
Carolina Luis concejala de Vox ha indicó que, «como jurista, me atrevo a decir que se ha cometido un ilícito penal, que no se puede subsanar solo con pedir perdón. Sea valiente, váyase a casa, dimita» sentenció. Para esta formación se trata de «el pleno de la vergüenza» porque «pudiendo ser ejemplares y unánimes en el rechazo a este tipo de comportamientos, se cubren las espaldas unos a otros».
Para la popular Marga Benlloch «la disculpa no borra la ofensa. El hombre que debía velar por la calma la rompió con violencia. Esa noche fue un hooligan disfrazado de concejal. Mancilló la imagen del gobierno de Moncada. Ustedes, PSPV, son cómplices. Quien convierte una verbena en un ring, ensucia el nombre de Moncada. No pedimos venganza, sino dignidad».
La oposición volvió de nuevo a la carga tras la renuncia del equipo de gobierno a rebatir. Gimeno pregunto al portavoz de Compromís «si mantendrá en su gobierno a este concejal cuando sea alcalde, mientras que desde Vox se puso de relieve el «silencio complice» y la popular Benlloch que «la violencia es condenable cuando conviene, pero disculpable cuando la ejerce uno de los suyos».
Por parte del equipo de gobierno la edil socialista Cristina Latorre reiteró las disculpas sinceras de su compañero de grupo por los hechos acaecidos. «Todo comenzó por los insultos a una mujer, en este caso a la madre de Presidente del Gobierno… No solo se insulta al hijo, al Presidente de todos y de todas, sino también a su madre. Un insulto grave para cualquier mujer, y por supuesto para cualquier hombre, intolerable. Un insulto que una dirigente del PP, lo pronunció en el Parlamento». Latorre concluyó manifestando la absoluta repulsa del PSOE ante insultos o provocaciones que intentan desestabilizar la convivencia pacífica.
Del grupo Compromís fue su portavoz Álvaro Gonzalvo quien reprochó a la oposición «su minuto de gloria». Indicó que en la sesión del jueves ya se presentó una moción que fue aprobada. En ella se indicaba que «el Ayuntamiento de Moncada condena firmemente y rechaza el uso de la violencia verbal y física como instrumento para resolver cuestiones políticas y, en el caso concreto del Moncadance, desaprueba los insultos proferidos por un grupo del público asistente, al mismo tiempo que censura la conducta del concejal de Fiestas el pasado 7 de septiembre».
La moción concluía con «la manifiesta voluntad de continuar colaborando, con el máximo respeto, con la Guardia Civil, en sus diligencias orientadas a esclarecer los hechos ocurridos».