Encontrar una vivienda de alquiler a un precio asequible en Moncada es misión imposible. El precio medio ronda los 1.200 euros al mes, prácticamente inaccesible para una familia y más aún para los jóvenes que buscan emanciparse.
La elevada de demanda de alquiler como consecuencia de la creciente población universitaria de Moncada ha distorsionado de tal manera el mercado que los precios se sitúan en los cuatro dígitos mientras que los inversores han encontrado en Moncada un suculento nicho para ganar dinero a base de comprar viviendas y bajos al contado para destinarlas al alquiler universitario.
A la búsqueda de viviendas y bajos construidos en los años 60
La agitación del mercado inmobiliario es tal magnitud que en Moncada va siendo habitual encontrar pisos y bajos comerciales construidos en los años 60 que ofrecen viviendas compartidas donde los inquilinos viven en habitaciones y utilizan espacios comunes como la cocina o el baño. Según testimonios recogidos por Moncada Digital los buzones de muchas fincas del centro de la ciudad se encuentran a menudo repletos de hojas con propuestas «Compro tu casa, pago al contado».
Compra de bajos comerciales al contado

Fuentes del sector inmobiliario de Moncada reconocen la existencia de este tipo de operaciones. Se trata de inversores que compran pisos y bajos comerciales al contado y en muchos casos los reforman.
Esta situación se esta dando en los últimos meses en la zona del casco antiguo de Moncada donde cada vez son más visibles en el paisaje urbano este tipo de bajos con habitaciones de alquiler fácilmente reconocibles.
Un tenedor de una vivienda en una calle céntrica de Moncada que prefiere guardar el anonimato lo explica muy claro. «Si alquilo la vivienda a una familia con dos hijos pequeños el precio son 1.300 euros al mes. Si reformó el piso y dejo cuatro habitaciones con cocina y baño a razón de 800 euros la habitación para estudiantes, en un mes son 3.200 euros». Además añade, «el alquiler para estudiantes no genera arraigo están nueve meses al año y como mucho pueden volver dos o tres años más hasta finalizar los estudios. Este modelo de alquiler va para largo y ha venido para quedarse«, concluye.