«Los bolardos no se van a colocar», con estas palabras zanjó la alcaldesa Amparo Orts la polémica suscitada durante las últimas semanas a propósito del anuncio en redes sociales de la instalación de bolardos en el carrer Major. La propuesta realizada por la concejalía de Movilidad que contemplaba la restricción del paso de vehículos por esta vía suscitó desde el primer momento las protestas tanto de vecinos como de comerciantes.
El tema fue debatido en el pleno a raíz de la moción del PP en la que pedía la paralización de las actuaciones relativas a la instalación de bolardos y la apertura de un proceso participativo. Todos los grupos de la oposición manifestaron su protesta por el proceder de esta iniciativa del área de movilidad que quedó resumida en la declaración del concejal de Ciudadanos, Jesús Gimeno al indicar que «estaremos a favor del consenso y diálogo siempre que vayan del lado de los vecinos y comerciantes».
Informes de Oficina Técnica y Policía Local
Pese a que la declaración de la alcaldesa de no colocar los bolardos había sido desactivado en parte la moción popular, la misma fue votada y rechazada por los votos del equipo de gobierno. Desde la oposición entienden que la paralización de los bolardos supone una desautorización a una iniciativa apresurada y que no ha seguido unos cauces de participación ciudadana.
Así pues, los bolardos entran ahora en un proceso de hibernación con una fase de estudio con la Oficina Técnica y la policía local y en un espacio de diálogo entre todas las partes para alcanzar mediante el consenso la mejor solución. Al final de la sesión en la intervención del público uno de los asistentes tomó la palabra para señalar que «Tu posición [refiriéndose a la alcaldesa] la tenemos clara.