Las excavaciones en la villa romana hallada en la partida del Pouatxo junto a las naves que Edwards Lifesciences levanta en el polígono 3 podrían reanudarse en los próximos meses según han confirmado a Moncada Digital fuentes conocedoras de los trabajos. La zona arqueológica con un camino ibérico incluido cuenta con una superficie de 20.000 metros cuadrados.
El próximo 9 de agosto se cumplirán 105 años del hallazgo del Mosaico de las Nueve Musas en la partida del Pouatxo
A vista de dron son visibles los últimos hallazgos en la zona. Se trata de una gran balsa de obra de 9 por 6 metros en el entorno de la villa y el camino ibérico descubierto en los primeros compases de las excavaciones.

Las fuentes citadas señalan que el objetivo de los trabajos es tratar de reconstruir el proceso de romanización que vivió la comarca de l’Horta y tal vez podría albergar un parque arqueológico con un centro de interpretación junto a las empresas tecnológicas y punteras que se instalarán en el mencionado polígono.
«Será un atractivo turístico añadido al parque empresarial -señalan las mismas fuentes-, que se halla en un proceso de ampliación y cuyas obras avanzan según los plazos previstos con el objetivo de que finalicen en la primera mitad de 2027.
Y El Mosaico de las Nueve Musas ?
Hay que recordar que el mosaico de las Nueve Musas fue hallado en esta partida y permanece en un almacén del Museo de Bellas Artes. Corría el mes de agosto de 1920 (el próximo 9 de agosto se cumplirán 105 años de su hallazgo), cuando dos aficionados a la arqueología encontraron oculto bajo una capa de tierra de apenas 40 centímetros, un mosaico romano que después sería datado como de mediados del siglo III y que formaría parte del pavimento de la sala principal de una antigua villa.
En el momento de su descubrimiento medía 6,33 por 5,71 metros (es decir, 36,1 metros cuadrados de superficie) y en el destacan nueve bustos femeninos que representan a las nueve musas que la tradición helénica identifica como Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania.
Hasta la fecha todos los intentos por recuperar esta joya han sido vanos. La primera vez que se solicitó fue en el año 2002 con la alcaldesa Concha Andrés al frente quien anunció «el inicio los trámites para reclamar la devolución» del mosaico romano. Posteriormente en 2015 ya con un gobierno PSPV-Guanyem-EUPV, se anunció también «el inicio de conversaciones con la Generalitat para tratar que las nueve musas vuelvan a Moncada y puedan exponerse en un lugar digno».
Hasta la fecha. la pieza más relevante recuperada por Moncada ha sido la Creu de Quintana. Fue en los años 80 del siglo pasado cuando el entonces Museu Etnogràfic Municipal logró arrancar de la Diputación de Valencia la citada cruz que se hallaba abandonada en un almacén y cuya réplica preside la plaza que lleva su nombre.