Pocas horas después del 29-O, el Ayuntamiento de Moncada y la Agrupación local de Protección Civil, en contacto con otros colectivos de diferentes puntos de España estableció un operativo logístico que convirtió a Moncada en la base operativa de más de 1.000 voluntarios. A pocos días de recibir la Cruz al Mérito de Protección Civil lo que sigue es el testimonio de algunos de esos voluntarios que estuvieron luchando en los primeros días contra el barro en la zona cero.
JACOB: «Me impactó mucho la destrucción«. Procede de la agrupación de Parla, tiene 49 años, es técnico en emergencias sanitarias y lleva de voluntario 20 años. Como militar estuvo en la guerra de la antigua Yugoslavia y como voluntario en los atentados del 11-M. «A medida que llegábamos a Valencia se observaba la magnitud del desastre. Me impactó mucho la destrucción. Todos los compañeros nos hemos volcado y la gratitud de los vecinos que nos ha arropado es inmensa».
CHEMA: «A nivel emocional fue duro«. Es técnico sanitario tiene 43 años y también viene de Parla. «Cuando nos avisaron de Moncada estuvimos listos en pocas horas. A nivel emocional fue duro, la destrucción tan brutal y la extensión con centenares de casas y bajos desolados. La distinción que recibimos es un orgullo, pero estar aquí es por vocación»
SARA. «La gente nos dedicaba una sonrisa al final del día«. Voluntaria de Parla está preparándose para ser técnico de emergencias, tiene 35 años. «Habia mucha destrucción y mucho trabajo por hacer. Los voluntarios hicimos de todo. Los compañeros que hay son oro, es lo mejor de Protección Civil.La gente nos dedicaba una sonrisa al final de la jornada».
CARLA. «Me impresionó un aula de niños con los dibujos llenos de barro». Se apuntó a Protección Civil de Parla hace tres años, ahora tiene 19 y fue su primera actuación en una emergencia. «Fue desolador, estaba todo destrozado, la gente nos agradecía nuestra presencia. Ayudar ha tanta gente ha valido la pena».
ANA. «Era mi primera asistencia como voluntaria y fue impactante». Llegó con la agrupación de Almansa, tiene 25 años y trabaja de administrativa. «Mi primera imagen fue de absoluta desolación era mi primera asistencia en una emergencia. Los afectado lloraban con nosotros, necesitaban ayuda y no llegaba. Después de esta experiencia creo que se voluntario de Protección Civil vale pala pena».
ALBA. «Por la noche vigilábamos naves industriales para evitar pillajes». Es agente de policía local de Moncada, y formó parte de los efectivos de policías locales de muchos municipios que acudieron a la zona cero para realizar tareas de vigilancia y evitar el pillaje y saqueos. «Los agentes de Moncada patrullamos en los municipios de Catarroja, Massanassa y Paiporta con controles de acceso a la población y realizando tareas de vigilancia en edificios públicos y polígonos».
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