José Luís Llopis párroco de San Jaime Apóstol, sorprendido por la repentina muerte del Papa Francisco tras su última bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) en la plaza de San Pedro de Roma señala a Moncada Digital que «el Papa deja un gran legado a la humanidad al poner en marcha importantes reformas y sentar las bases del futuro de la iglesia».
A las 12:00 del mediodía de este martes las campanas de la la parroquia de San Jaime Apóstol voltearon en señal de duelo por el fallecimiento del pontífice.
La última vez que el Papa Francisco compareció en público fue recibido por los aplausos de los fieles congregados, a los que dirigió una breves palabras, con la respiración entrecortada y una visible fatiga. El Papa se limitó a un saludo, y dejó que su mensaje lo leyera monseñor Diego Raveli, maestro de las Ceremonias Litúrgicas Pontificias.
En su discurso, el Papa repasó los principales conflictos bélicos: la invasión de Gaza y Ucrania, los bombardeos sobre Yemen, la guerra entre Armenia y Azerbaiyán, los enfrentamientos en África y el desprecio que se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes. Quisiera que volviéramos a esperar que la paz es posible” -dijo- la Pascua es la fiesta de la vida».
Juan Pablo II el Papa que visitó Moncada en 1982
El único Papa que ha visitado Moncada fue Juan Pablo II el 8 de noviembre de 1982. En una de las puertas que dan entrada al templo de San Jaime hay una imagen de la Mare de Déu dels Desemparats, que fue bendecida en el Seminario por su Santidad en el V Centenario de la formación de la Cofradía.
Además de ello, la parroquia regaló a Juan Pablo II una estola de tergal e hilo de oro, confeccionada por las Obreras de Cruz. Esa estola fue regalada al Papa en el Seminario y él la entregó de nuevo a la parroquia. Cabe destacar, que el Papa también estampó su firma en el Libro de Oro de la parroquia. En su visita en el Seminari de Moncada Juan Pablo II fue recibido por el párroco de San Jaime, Jesús Murgui y el alcalde, Leonardo Margareto.

