El Gobierno ha anunciado esta semana que España va a proponer a la Unión Europea eliminar definitivamente en 2026 el cambio de hora estacional, un cambio que se producirá en la madrugada del sábado al domingo esgrimiendo que ya no aporta ahorro energético, es una «práctica obsoleta» y «provoca molestias y efectos negativos en la salud».
Después de que en 1980 la entonces Comunidad Económica Europea empezase a coordinar los horarios de verano e invierno de los países miembros para aprovechar las horas de luz, reducir el consumo energético y armonizar el funcionamiento del mercado común, el Gobierno entiende que la evolución de la economía, la tecnología y los hábitos sociales han dejado obsoleta esta medida. Una medida que recalca que sigue teniendo importantes impactos en el bienestar de la población.









